domingo, 23 de diciembre de 2012

FIN DE EMISIÓN


 
 
Queridos amigos:

Todo lo que acaba es susceptible de conllevar un nuevo inicio, como una manifestación diferente de sí o como una realidad distinta. Como sucede con esta iniciativa, a la que ponemos término tras cinco largos años de andadura, esperando que su conclusión pueda suponer algún punto de partida para todos aquellos que os acercasteis a compartir con nosotros veladas inolvidables, ya sea como autores invitados o como meros asistentes. También para los que nos hemos involucrado como organizadores. Por esta razón, para concluirla, no queremos dejar de aludir a los hechos y personas que han estado en su órbita y cuya aportación resuena en ella como el eco de su trazado.

Tal es el caso de Pedro Antonio Urbina, verdadero impulsor de la iniciativa, que falleció al año de ponerla en pie, dejándonos en herencia su nombre y su intención, que siempre fue la del deseo de encontrarnos con lectores y autores desde una perspectiva abierta y apasionada. También el de todos los poetas invitados. Citarlos aquí sería innecesario por cuanto todos han dejado en este blog la huella de su paso, así como sus textos. Esperamos, eso sí, que estos sirvan como una cata de la poesía que desde las más diversas sensibilidades y tendencias se lee y se escribe en la España (y algún que otro país más) del segundo y tercer lustro del siglo XXI. Igualmente, no podíamos dejar de subrayar la decisiva colaboración de todos aquellos locales que han albergado los encuentros para que pudiéramos llevarlos a cabo mes tras mes. Especialmente la del Pub Joyce, que desde 2008 a 2010 acogió en su restaurante casi todas las convocatorias bajo la presencia del cartel de "La Ballena Alegre", procedente del salón principal del mismo nombre de los sótanos del legendario Café Lión. Este ocupaba el lugar del actual pub durante los años treinta del siglo pasado, en pleno periodo republicano. En él tuvieron lugar históricas tertulias literarias, filosóficas, políticas..., como las conocidas Tertulias del Lión, las de las revistas Cruz y Raya, Triunfo, etc. En sus diferentes salones disertaban poetas, intelectuales, políticos, y hasta toreros, de la influencia de Guillermo de Torre, Francisco Ayala, José Bergamín, José María de Cossío, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Ignacio Sánchez Mejías, Manuel de Falla, Xavier Zubiri, Gabriel Celaya, José Antonio Primo de Rivera, Ramón del Valle-Inclán, y un largo etcétera. También, muy especialmente queremos recordar a todos aquellos que han colaborado con nosotros en el Pub: Matthew, Padruig, Cristiano, John Liddy, entre otros; y a todos los que lo han hecho fuera de él, cuando ya no fue posible seguir en el restaurante del Joyce: entre tantos, Ricardo Sánchez del Café Libertad y José Manuel Lucía Mejía de la Universidad Complutense. Igualmente, no podemos olvidar la acogida que durante 2010, 2011 y 2012 ha dispensado a Esmirna el Encuentro Madrid, importante evento cultural de la primavera madrileña que desde hace más de diez años se celebra en la Casa de Campo.

Para concluir, nos gustaría aludir una vez más al lema que acompaña nuestro nombre: "Un lugar para la poesía", y a la explicación que en la parte derecha del blog damos de los encuentros. Entre otras cosas, porque ha sido el argumento que hemos utilizado para introducirlos cada mes. Así, como ya dijimos alguna vez, cuando se nos propuso iniciar Esmirna entendimos que esta era una oportunidad para poner en común entre unos cuantos nuestra pasión por la poesía, lo que significaba hacerlo sobre una parte fundamental de nuestras vidas. Esta puesta en común no estaba exenta de compromiso y cierto riesgo personal, porque teníamos claro que la poesía nace de la vida, y, por tanto, del artista que experimenta hondamente sus preguntas y encrucijadas. En este sentido, Esmirna ha supuesto una ocasión para erigir un lugar en el que compartir esta inquietud con autores invitados, público asistente o entre nosotros, y la posibilidad de comprobar si, como sosteníamos algunos, desde esta perspectiva el horizonte creativo propio crece y se ensancha.

Esto es todo más o menos cuanto, a modo de despedida, queríamos deciros.

Un fuerte abrazo.