martes, 2 de marzo de 2010

JOSÉ CEREIJO EN ESMIRNA


Hola a todos:

El viernes 19 de febrero nos visitó José Cereijo. Un poeta de pincel fino y corazón templado, figurativo, concreto, auténtico siempre.

Una de esas voces tan necesarias como discretas que no van de nada y se llevan casi todo.

Uno de esos espíritus críticos que necesitamos para sumar un poco de cordura en el panorama poético actual.

Como en otras ocasiones, la luz templada del Pub Joyce obró el milagro de la conversación, guiada por el tono apasionado por la poesía y la poesía misma que el de Redondela nos confió.

Hasta la siguiente.

Un abrazo.

Equipo Esmirna.




Poemas de José Cereijo:

TESTAMENTO

Este profundo azul del cielo en primavera,
el canto de los pájaros, el rumor de los sueños,
el amor de los libros, siempre correspondido,
el silencio del alba,
el de mi corazón, algunas veces,
las horas que hacen dulce, secreta la memoria:
es todo para ella.

Todo para la muerte, que me ha querido tanto.


ADOLESCENCIA

A Javier Lostalé

Ardes en una llama
tan hermosa y secreta que, quizá sin saberlo,
tienes miedo de que, cuando la entregues,
te la cambie la vida, y no la reconozcas.
Pero así debe ser, es mi consejo. Espera.
Mientras puedas aún, disfrútala en silencio.
Podrás quizá tener, más adelante,
cuerpos, almas, saberes que llenen una vida
–perfecta recompensa, no indigna de los dioses.

Esa pureza y ese fuego, nunca.


LO SABE

A Miguel d'Ors

Fuiste verdad. El tiempo
podrá borrarlo todo.
El secreto dulcísimo
de tu piel, de tus labios.
Podrá negar incluso
las certezas más hondas:
confundirlas con sueño,
con vanidad inútil.
No este frío en los huesos,
ni este hueco en los brazos.
No la oscura evidencia
del dolor. El lo sabe.


LUZ DE MARZO

En esta luz de marzo,
en esta luz estremecida y pura
que un dios benevolente trajo hoy a tu ventana,
y que hace avergonzarse a tu silencio,
además de su inmensa, callada compañía,
hay una lección honda que debes aprender:
no pueden tus palabras retenerla;
no pueden mejorarla.
Acata esa belleza, tan superior a ti, y déjala perderse.
Y que el silencio sea su forma de homenaje.


MELANCOLIA

A Esther Muntañola

Una tarde callada, y misteriosa, y pura,
que está mirando un niño,
ya para no olvidarla.
La juventud, que al alejarse deja
detrás de sí una música
conmovedora y bella, que tú desconocías.
Esos ojos que un tiempo, como un lago la luna,
contuvieron el mundo,
¿siguen siendo algo más que pálida ceniza,
una espina punzando la memoria?
No maldigas entonces de la melancolía,
esa piedad del tiempo.


ARMONICO MURMULLO…

A Gabriel Insausti

Armónico murmullo de las hojas
en el aire tranquilo de la tarde,
agudo y leve canto de los pájaros,
pequeñas, palpitantes flechas vivas;
aroma silencioso de las flores,
hondura transparente del crepúsculo.
Escucha, siente, mira, goza, aprende:
todo esto tiene que morir, y canta.


De Música para sueños (2005)

1 comentario:

Equipo Esmirna dijo...

Muchas gracias Celia.
Este tipo de comentarios nos animan mucho.
Vente a la siguiente convocatoria. No decepcionará.

Un abrazo.